jueves, 18 de junio de 2015

Lo que quieren las mujeres I


Voy a empezar esta entrada, la primera en muuucho tiempo, ofreciendo ya de entrada la respuesta a la cuestión que plantea el título, y que parece ser un misterio para muchos (y muchas, por lo que veo), y mira que la respuesta es simple y de sentido común. Lo que las mujeres queremos es... ¡Cosas diferentes, almas de cántaro! Cada mujer quiere una cosa distinta, no somos robots con una programación común ni tomamos decisiones con nuestros genitales, nuestra vagina no modela nuestros gustos aunque muchos parezcan creer que el hecho de tenerla nos hace fans de una serie de temas predefinidos, véase maquillaje, moda, cotilleos, cocinar, el cuidado del hogar, y, por supuesto, tener controlados a nuestros "churris", entre otras... Y es por esto que cada vez que veo un cartelito que dice cosas terribles como "A ninguna mujer nos gusta que nuestro novio tenga amiguitas", o algo así, con sus correspondientes 57 "likes" y ningún comentario contrario a esta ridiculez, o asisto a las declaraciones de la modelo-diseñadora-actriz-presentadora de turno afirmando con toda su bocaza que "todas las mujeres soñamos con nuestra boda desde pequeñas", o que "lo más grande que puede desear o hacer cualquier mujer es ser madre"... Cuando asisto a estas cutre-realidades, digo, me dan ganas de coger a la susodicha declarante / creadora de cartelitos rosas, zarandearla por los hombros, quizá soltarle un par de hostiejas bien dás. No muy fuertes, no con ánimo violento, solo para espabilarlas un poco, y gritarle: "¡¿PERO QUIÉN (y cuándo, que no me he enterado) TE HA NOMBRADO PORTAVOZ DE TODAS LAS MUJERES DEL PLANETAAAAA?! ¡¿Por qué eres así de simpleeee?! ¡¿A qué clase de tías conoces túuuuu?!


 Y encima firma el cartelito con un "Infinity Love", no te jode... Amor del bueno, sí



En fin, por ahora os dejo estas preguntas, a ver si me las sabéis contestar, y luego continúo con el tema y os explico por qué a mí me parece muy bueno, normal y sano que mi novio tenga amiguitas, amigotas o amigüelas, que ahora voy con prisa y esto lleva su desarrollo. Pero tenía que soltarlo ya, me siento tan frustrada por estas actitudes que nos perjudican a todas (y a todos, no creáis), que tengo que gritarlo YA a los cuatro vientos.

Si algún hombretón esperaba respuestas a sus cuitas sentimentales, siento que el título de la entrada le haya podido llevar a engaño. Si eres una de esas petardillas de las que hablo, por favor, abandona. Abandona tu actitud o mi blog.O reflexiona un poquino, anda tonti, que no pasa nada. Tienes mi amor y compasión en el sentido más budista. Me cuesta lo mío, pero los tienes.

Tras el desarrollo y conclusión de este tema, os contaré por qué he estado ausente tanto tiempo y cómo me planteo la vida, así como cualquier historia que me apetezca, que para eso el blog tiene el nombre que tiene. También me dedicaré a responder las cuestiones que plantean los cartelitos supuestamente inspiradores de mierder esos. Porque se ve que hay temas que resultan todo un misterio para muucha gente y, oye, yo creo que tengo algunas respuestas.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Hechos hoy en mi vida / Sneak Peak at Valqui´s life

Sólo una pequeña entrada a modo de diario de lo cotidiano. Es probable que siga haciendo este tipo de entradas, así como otras en las que comente un poco las noticias semanales que más me hayan impactado por diversos motivos o las que más me interesen. Ya que parecemos haber llegado a un punto de indiferencia alarmante, quiero documentar de algún modo, al menos, ante qué gran suma de qués estamos manteniéndonos indiferentes.
Ahora, vamos con mi día.



- Mañana de exámenes en el curso de Marketing y Compraventa Internacional. Prácticamente 5 horas entre examen teórico y examen práctico. Me ha resultado más fácil de lo que esperaba, aunque al comentarlo con los compañeros en el descanso me he sentido un poco mal por si ellos percibían que quitaba importancia a su esfuerzo (a algunos de ellos no les ha parecido tan fácil, y yo no aprendo a cerrar la boca).

- Ha muerto la madre de unas amigas de mi familia y no me quiero imaginar su devastación. A veces nos dan este tipo de noticias y ni nos paramos a reaccionar. Luego, he tenido que decirme: "se han quedado sin madre, no van a volver a verla". Solo entonces me he dado cuenta de la situación y me he sentido triste por ellas. Las acompaño en su dolor.

- Estoy trabajando en el rediseño de un logo para un encargo que he recibido de un despacho de abogados de Badajoz (¡Yuhuuu! ¡El trabajo remunerado existe!).  Estos días no estoy muy inspirada, pero trabajaré hasta que el resultado sea perfecto. Con los beneficios de este trabajillo quiero sacarme (¡por fin!) el carnet de conducir que necesito con urgencia porque el año que viene me voy a vivir a un pueblo, por un lado, y por otro tengo más posibilidades de que una empresa me contrate teniendo carnet, está claro.

- Toca dar pátina a unos conectores de metal para hacer unos pendientes con todo el cariño para una clienta especial, que ya es amiga. Es de esas personas entusiastas que te alegran el día.

- Estoy muy en Ancient Rome and Ancient Egypt mood. Lo siento, pero hay cosas que pienso en inglés y no soy capaz de transcribirlas de otro modo. Sé que puede parecer ridículo (también sé que juzgo todo y a todos demasiado).



Deliciosa música de la antigua Roma en Youtube


Esto debe de ser porque estoy viendo en mis ratitos de descanso la serie Spartacus: Vengeance. He hecho unos preciosos pendientes inspirados en unos de alitas que lleva Ilytia en la serie. Estaba viendo un capítulo y me di cuenta de que tenía a mano material para hacerlos prácticamente idénticos.¿Se aprecian bien? Algún día intentaré hacer la gargantilla a juego si consigo el material adecuado.







La maluta Ilithya, de la serie Spartacus,  toda enjoyada


A continuación, mis pendientes. De granates, perlas cultivadas y estampillas de latón envejecido. Prácticamente idénticos, ¿verdad? Me encanta cómo quedan puestos, y voy a seguir haciendo piezas inspiradas en la Antigua Roma.



Por cierto, me he hecho autospoiler cambiando de canal por casualidad cuando la estaban echando por la tele (yo la veo online en series.ly).

- El lunes empezó el curso online de Egiptología que ofrece la UAB a través de la plataforma Coursera. Suelo apuntarme a muchos cursos online y los voy dejando porque no tengo tiempo apenas, pero este quiero acabarlo, la egiptología me encanta desde que era muy niña. Mañana toca ponerse a ello, reconozco que hasta ahora no he tenido tiempo (a veces creo que es el tiempo el que no me contiene a mí).

- Esta noche celebramos el cumpleaños de mi sobrina Laura, aunque fue el mes pasado. Entonces no pudimos estar juntas, de modo que ahora que ha venido a pasar un par de días a Badajoz haremos una pequeña cena familiar de minilujo. Con sus tías y abuela, como a ella le gusta.Comeremos unos langostinitos de los baratos (los que más apreciamos), entre otras cosillas. Si algo compartimos las Lauras es el amor por la comida. Iba a colgar una foto suya porque no me canso de presumir de sobrina guapa. Pero... no, no me apetece. Hoy pertenece sólo a su familia. Así que, ¡felicidades, Laurita!

Este ha sido más o menos mi día hasta ahora. Aún me espera mucho trabajo y una cena riquita después, de modo que ¡hasta otra!


domingo, 28 de julio de 2013

Ellos nunca han visto los cielos que yo vi


Este título tan poético es la sentencia conclusiva que me ha venido a la cabeza, finalmente, tras un rato de lucha interior, de dudas, de meditación confusa... Todo en torno al ego y a los conflictos en la comunicación con los demás.

Y es que, si las percepciones de cada uno son particulares y probablemente únicas, y si la realidad viene definida por nuestra percepción de ella... ¿Qué esperamos, realmente? ¿Qué esperamos? ¿Cómo podemos esperar que sientan o piensen de un modo parecido a nosotros? ¿O que evolucionen? ¿Por qué esperamos que el universo entero se acople a nuestros ritmos? ¿Y quién nos dice que el otro no se considera ya evolucionado? ¿Qué es más válido: mi concepto de evolución, mi búsqueda, mi lucha y mi fluir? ¿O los suyos? Su vida y su consciencia como elijan vivirla...

Yo soy consciente de que el cielo es cada día diferente, de que la monotonía no existe. Probablemente otros perciban justamente lo contrario. Un día más de atardecer rosado. Un día más de firmamento azul, o grisáceo. Yo creo saber que las nubes jamás estuvieron en la misma, exacta posición, ni un rayo de luz resplandeció nunca a través de ellas con igual intensidad y ángulo.



Solo tengo los créditos de la cuarta imagen, lo siento. Si alguna de las fotos es tuya házmelo saber
http://hypnotic.deviantart.com/art/Celestial-Dawn-8308789



Es complicado ponernos de acuerdo incluso en los temas más básicos, ¿cómo no iba a serlo en los más polémicos o en los que se prestan a diversas interpretaciones? (que son casi todos). Por ello me gusta escribir. Escribir como una escritora, una de las antiguas, entiéndaseme, sin esperar ni tener que soportar feedback. No es solo que demasiado a menudo la opinión enfrentada del otro ofenda a nuestro indomado ego, que también, es que es cansado, tan cansado... Sobre todo cuando nos encontramos (sin encontrarnos) en puntos de partida muy diferentes.

Y sobre todo en los últimos tiempos. No sé si se debe a mis intentos por domar el maldito ego, que me vuelven más sensible,  o a que la sociedad está realmente cada vez más crispada. El caso es que veo y sufro cada vez más los malos modos, la rabia, la mala leche, la falta de educación más básica, en definitiva, que salen a relucir en cualquier conversación que en principio tendría que ser inofensiva. No sabemos argumentar sin ofender a nuestro interlocutor. El omnipresente ego planea sobre todo. Si nos corrigen, nos sentimos heridos. Si nos contrarían nos sentimos ofendidos. Si no nos alaban, nos sentimos menospreciados. Vivimos en una sociedad infantilizada formada por millones de individuos cada uno de los cuales se cree el centro de la creación, y su punto de vista, por supuesto, el único válido. Un entorno cuasi-bélico en el que hay que andarse con pies de plomo para dialogar o discutir cualquier punto, porque un dato contrario al propio pensamiento o sentimiento es tomado como un insulto. Como si cada uno de nosotros fuéramos el dato en sí, la breve pieza de información inválida y desechada a la fuerza. Tan poderoso y dañino es el ego que nos reduce a algo tan pequeño y limitado, y en ello volcamos toda nuestra energía por un instante. O por toda la vida.

Actualmente me encuentro inmersa en la lucha entre la compasión, la comprensión, el dejarme fluir como si nada fuera conmigo, o justo lo contrario. Poner los puntos sobre las íes, expresar mi opinión con firmeza e incluso mandar al otro a la mierda si fuera necesario. Lo segundo me parece más justo, no nos podemos callar ante según qué cosas; y quizá podamos contribuir al cambio de algún modo (aunque está claro que desde la completa oposición es imposible, que hay que buscar puntos de encuentro). Lo primero me dará más paz. Y es que, además, ¿quién soy yo para andar poniendo puntos sobre íes? ¿Soy acaso maestra de algo? ¿Con qué autoridad me voy a permitir señalar a los demás lo que está bien o está mal? ¿O intentar que se suban al carro del crecimiento cuando yo soy aún tan niña como ellos? Ni siquiera sé qué es la realidad, a veces me pregunto si realmente existimos...


Quizá no es más que una tontería. Creo tener algunas respuestas, pero son muchas más las que no poseo. Y las pocas que creo tener giran en una espiral confusa como pájaros de humo en los cielos que solo yo veo.
 





lunes, 24 de junio de 2013

Suertuda que es una...



A principio de mes tuve la suerte de ganar un sorteíto (no es el primero ni el segundo que gano, ahora estoy probando con el Gordo y el Euromillones a ver), con la ilusión añadida de que ni siquiera sabía que estaba participando en él. Laura (algún día las Lauras dominaremos el mundo, somos legión), la autora del blog Más allá del arco iris gris, tuvo a bien organizar un sorteo secreto para premiar la fidelidad de las personas que ella considera que a lo largo del tiempo que lleva su blog en funcionamiento han sido claves para su actividad. ¡Y una de las dos premiadas fui yo! Sólo el verme entre las elegidas para optar al premio ya casi me emocionó, de modo que saberme ganadora ni os cuento. Es que ha sido un gran honor. Sé que es lo que se suele decir, y que a mucha gente esto de los blogs le parecerá una chorrada, qué sé yo... Pero es precioso darse cuenta de que significas algo para alguien que ni siquiera conoces personalmente, o que le influyes de algún modo que no esperabas. Es muy bonito cómo se encuentra una de pronto por estos mundos cariño y significado sin esperarlo.

La amable Laura me permitió elegir regalo dándome como base un par de tiendas online y yo elegí Restyle, tienda que ya tenía fichada, en la que ya he comprado alguna vez y que me encanta.
Igual hablaros de esta tienda es tirar piedras contra mi propio tejado, ya que hago y vendo bisutería y Restyle tiene cosas preciosas a unos precios inmejorables, pero bueno, a mí esas cosas me dan igual. Prefiero compartir a tener una actitud "ratil", de guardar y de "hacia adentro". En mi blog de complementos (que, por cierto, tengo de lo más abandonadito), os iré presentando tiendas de compis que hacen auténticas maravillas, y hablaré de todo lo que me gusta, sea posible competencia o no...

Y, sin enrrollarme más, que no tengo nada de tiempo (estoy liadísima, ya os contaré), paso a enseñaros el regalito, una preciosa gargantilla que ya tenía en mi wishlist de Pinterest desde hacía tiempo. Suertuda que es una, ¿a que sí?





Disculpen ustedes mi pintilla y mis pelos, así como el marco incomparable que supone mi cama con puente... ¿Dejar aire en las fotos? ¿Qué es eso?




Las fotillos son de lo más cutre, lo siento, pero me las he hecho en un momentillo deprisa y corriendo, sin apenas maquillarme ni nada. Tengo poquísimo tiempo últimamente, pero ya han pasado semanas desde que fue el sorteo y desde que recibí mi colgante y no quería dejar pasar más días sin agradecer a Laura como es debido este regalo inesperado.




Mil gracias y un besazo, bonita, me ha hecho una ilusión tremenda, ¡y me encanta mi nuevo colgante de cuervo! Cada vez que lo lleve me acordaré de cierta chica que vive más allá del arco iris gris, una muchacha encantadora a la que se nota que le importan bien poco esas cosas del aparentar y lo que los demás piensen de ella, y que habla con total libertad de lo que le interesa en cada momento (que son muchas cosas distintas) en su blog. A mí me gustan especialmente sus entradas culinarias ^_^ Laura comparte recetas y experimentos de cocina vegetariana que nos pueden dar ideas...


Aquí os dejo una foto del colgante en detalle, para que veáis bien lo bonito que es.


Foto: restyle.pl


De esta tienda también tengo estas dos gargantillas y unos pendientes de alas muy chulos. En fin, que me encanta y seguramente no serán mis últimas adquisiciones. Lo único malo es que me cuesta encontrar ocasión para ponerme tantas cosas. Soy una auténtica adicta a los complementos y tengo joyeros y cajas llenos de cosas preciosas por todas partes. Algún día subiré fotos de todo y me diréis "estás loca, tía", y con razón...


Foto: restyle.pl


Foto: restyle.pl

Por cierto, que ya ha empezado True Blood otra vez, ¿la veis? Cada vez está más tonter y surrealista, pero bueno, yo admito que soy de ese tipo de friki que se traga prácticamente todo lo que le echen (bueno, no llego al nivel de las Crónicas Vampíricas o Crepúsculo, por ejemplo), mientras haya dragones, elfos, hombres lobo, vampiros o similares...

miércoles, 1 de mayo de 2013

Feliz Beltane, feliz Luz, feliz Tierra, feliz Vida


¡Feliz Beltane! Enciendo la luz de esta festividad de la rueda del año escribiendo (aunque sean dos simples posts en el blog). Me voy a la cama a ver si ahí escribo algo decente. Unos versitos curiosos me saldrán. O si no unos sueños de los míos de Primero de Mayo. De iniciación y de vuelta a la Tierra. De seguir aprendiendo. A estar aquí, sobre todo. A no mirar con anhelo a las alturas. Mi lección no es ascender, mi lección es el polvo. Todos los años la misma Magia.





No sé cuál es la auténtica procedencia de la imagen. Yo la he encontrado aquí: bookofserenity.webs.com

No pensar como acción revolucionaria


Cosas en las que no voy a perder mi valioso tiempo pensando porque no son asunto mío y me ponen de mala leche y me roban energía. Y encima propablemente la mayoría sea una chorrada descomunal :


* Por qué hay gente que tiene hijos con el primero (o la primera) que pasa. Creo que ya ha de tener su complicación formar una familia y mantener la relación de pareja viva y sana incluso estando con el amor de tu vida, de modo que no me imagino cómo ha de ser cuando uno simplemente se ha conformado con la opción de pareja que "le ha tocado". Bueno, igual ese es el punto. Que si no has vivido la hoguera estás más en meseta todo el tiempo, ¿no? Te tiras al que tienes al lado porque es lo que tienes a mano y no te planteas historias sobre amor y romanticismo...





* Cuál es el punto de ser un moderno. ¿Y por qué esos looks a lo Steve Urkel? ¿Y esos nombres de grupos musicales? Hacen que me den ganas de golpearles con un bebé foca. Al grupo entero a la vez. A sus discos y a sus fans.Y moderns of the world, vosotros habréis pasado por Londres pero Londres por vosotros no.

* Qué interés encuentran los forofos del fútbol a ese deporte. No lo puedo entender. Y que se empeñen en negar que la mayoría de futbolistas y aficionados (con honrosas excepciones) son encefalograma plano. Y que alguien pueda defender al Madrid. O a Mourinho.

* Cómo puede seguir gran parte de la población mundial, en pleno siglo XXI, creyendo en dioses que nos vigilan, se ofenden o apenan por nuestras acciones y esperan de nosotros esto o aquello. Y que nos aman. Bueno, a algunos. Eso sí, son invisibles, inaudibles, inodoros... Inexistentes... ¿De verdad? ¿Personas adultas? ¡¿En pleno  siglo XXI?!


* Qué placer puede alguien encontrar en mascar una goma para acabar escupiéndola. Haciendo ruidos asquerosos en el proceso. Y hasta globos. Sí, con ese pseudo-alimento recreativo saliendo de su boca...


* Por qué la mayoría de la gente anteponemos el supuesto triunfo de tener razón (o creer que la tenemos) a los sentimientos del interlocutor.

* El bonitismo vacío y el buenrrollismo continuos porque sí. Que a mucha gente le baste con eso. Las contradicciones y la cara dura que hay en el mundillo "crafty" (empiezo a odiar el término). Que se llame craft a la neoartesanía (o artesanía mierder). Los inventos de términos y las definiciones y diferenciaciones sacadas de la manga por gente que no tiene ni puta idea. La peña que vende cosas traídas de China y tiene el morro de publicitarlas como exclusivas y hechas a mano.

* Por qué la gente no me escucha cuando hablo ni me pregunta por mi vida ni se para siquiera mientras estoy hablando.  Seguid hablando mientras lo intento yo, que ya pasaré de comunicarme de otro modo que no sea por escrito. Y os odiaré un poquito más, claro. Me voy a ir solita a una cabaña en el bosque.  Que os den.

* Por qué soy tan prejuiciosa y juzgo tanto. Y por qué hay tantas cosas que me ponen de los nervios. Estoy en proceso de desintoxicación del prejuicio, pero la respuesta es probablemente porque me eduqué en un colegio privado. Culpen a las monjas y a mis padres si acaso.

Bueno, pues aquí dejo mi autoexorcismo. Cuando se me ocurran más chorradas que me exasperan las verteré aquí y me quedaré ligera y libre de juicios. Qué tranquilidad, oiga. Ya veréis como me voy volviendo cada vez menos gilipollas... O algo. Que también tengo que trabajarme eso de juzgarme a mí misma todo el tiempo. Hala, a ser zen, que es gratis.

martes, 9 de abril de 2013

El modo de expresar las cosas o convirtiendo debilidades en fortalezas


Últimamente he estado recibiendo cierta iluminación sobre el modo en que me juzgo a mí misma. No sé si sería erróneo decir que he estado pensando sobre ello, porque a mí estas ideas me llegan de pronto como una revelación a nivel casi intuitivo, sin tener que pensar mucho en ello. Es como si fueran aflorando naturalmente a la superficie verdades que han estado enterradas en mí.

Siempre me he considerado una persona dispersa: me gustan muchas cosas diferentes, me despierta curiosidad casi todo, pero no parece que me centre en nada. Pues bien, de pronto apareció ante mí la idea de que en realidad no soy dispersa (idea fundamentada en hechos, claro). Lo que sucede es que tengo múltiples intereses y soy una persona inmensamente curiosa. Y es cierto. ¿Qué tiene eso de malo? ¿Desde cuándo es un defecto apasionarse y querer aprender sobre muchas cosas diferentes? Para mí lo extraño es lo contrario. Lo que no sé es por qué en un momento dado decidí que era una debilidad lo que en realidad es una fortaleza. ¿Por qué me hago esas cosas? He de decir que hasta ahora creía tener una gran autoestima (de un tiempo largo a esta parte y porque yo misma me la he trabajado). Lo cierto es que me quiero mucho, mucho, de verdad. Me amo y hasta me lo digo, me conforto cuando lo necesito, me mimo, me cuido, me encuentro muy a gusto conmigo misma, me sonrío en el espejo, me dedico piropos, disfruto inmensamente de mi cuerpo y de mi alma. Y de mi evolución. Pero... no soy del todo benevolente conmigo misma. De hecho, en algunos aspectos no lo soy en absoluto.

No me permito hacer cosas. Es otra de las cosas de las que me he dado cuenta. No es que sea vaga (bueno, igual un poco, tampoco nos engañamos, pero me he dado cuenta de que casi todo el mundo es vago, parece ser parte de la condición humana y el tema está en superarlo). En fin, no lo soy. Me encanta hacer cosas todo el tiempo, me crezco y me lleno de energía cuando estoy ocupada. Claro, que también disfruto de no hacer nada, aunque cada vez menos. En ese sentido he sido tan autocomplaciente demasiado a menudo por distintas razones, que ahora siento que ha llegado el momento de hacer TODO. Se acabó el aplazar. Se acabó el no permitirme hacer cosas porque quizá pueda no hacerlas perfectas. Las haré. Mejor o peor, pero las haré. Las hago, de hecho. De nuevo, soy dura conmigo misma al pensar que no hago nada. Claro que hago. Hago complementos, ¿no? Voy venciendo mi miedo a no hacer las cosas absolutamente perfectas. Los hago e incluso gustan y vendo algo. Y he empezado a enfrentarme a mis limitaciones haciendo números (mi némesis) y organizando mis datos y mi agenda diaria. Y puede que siga sin darme para vivir, pero yo haré mis números y mis planes todos los meses y punto. Y al menos no me perderé en el caos de no saber muy bien lo que estoy haciendo. Y en la idea de que en realidad no estoy haciendo nada. Porque estoy. También me estoy sacando el carnet de conducir (entre otras cosas). Aún no me he presentado al teórico, pero estudio y hago tests todos los días.

Y puede que no quiera hacer una sola cosa el resto de mi vida ¿y qué? ¿Por qué elegir? ¡Qué miedos tan tontos tenía! ...Si la respuesta era justamente mi gran "defecto": la dispersión. O, dicho de otro modo, tener muchos intereses. ¿Quién dice que tenga que dedicarme a una sola cosa? Porque hacer complementos no es una actividad que me satisfaga por sí sola, la verdad. Claro que me gusta, me encanta. Estoy rodeada de cosas bonitas, y de clientas y de compañeras artesanas que son una maravilla; he conocido a gente estupenda; recibo comentarios amables todo el tiempo. Y a esos atractivos hay que sumarles que montar y gestionar una sola una marca propia implica entregarse a toda una variedad de trabajos diferentes (con el subsiguiente riesgo de no hacer todo perfecto por pura falta de tiempo material, sí, pero es lo que hay); de modo que no es que se trate de una labor tediosa precisamente. Pero yo tengo más inquietudes, no lo puedo ni quiero evitar. Y, además, es combinando varias ideas de negocio como podré obtener unos ingresos aceptables que me lleguen para vivir de manera independiente. De modo que ahora tengo claro que puedo dedicarme a varias cosas a la vez y que no tengo por qué renunciar a nada, así de simple. Todas mis ideas son compatibles entre ellas, aunque soy consciente de que a alguna le tendré que dedicar menos tiempo y que otras tendrán el protagonismo. Soy consciente también de que tendré que trabajar muchísimo. Pero es que me gusta trabajar. Siempre he sido más feliz en los períodos en que he estado trabajando. No es solo por mantenerme ocupada, también es que es cuando se trabaja cuando el tiempo de ocio adquiere todo su significado y se vuelve más atractivo y valioso.


Hablando de limitaciones, hoy he hecho algo que hacía muchísimo tiempo que no hacía. Dibujar. En el colegio se me daba bien hasta los 10 u 11 años más menos. A partir de tener que empezar con "el natural" eso ya fue otra historia. Yo creo que la profesora no se daba cuenta de que mi ojo no es su ojo y yo no veía las mismas cosas que ella, y que ella  en realidad no sabía explicar la técnica. O quizá es simplemente que soy torpe en temas manuales, como he pensado toda mi vida.

Normalmente pienso y descarto acciones. Este vez simplemente he sentido el impulso de coger un boli y dibujar un autorretrato simpático. Y es lo que he hecho. Sobra decir que no sé dibujar ni lo hago desde hace más de 20 años. No os asustéis.






"¿Y qué necesidad había, Laurita?". Me diréis. Pues la de verme con otros ojos. Estaba leyendo un blog así por encima, sin prestar mucha atención porque hoy estoy a lo mío, en modo introspectivo, y en él aparecía una foto de unos autorretratos esbozados rápido y sin mucho recurso, a modo de firma, de un grupo de chicas que habían hecho una bonita quedada. En seguida pensé que yo dibujo fatal y me planteé cómo habría superado una situación así. Al mismo tiempo, me dio mucha curiosidad saber cómo me representaría a mí misma, de modo que cogí un bolígrafo y lo hice sin más.

Lo primero y fundamental eran los ojitos cerrados sonrientes. Era lo único que tenía claro al empezar a dibujar. Ojitos de china que se me cierran al sonreír. Y cara afilada. Me pareció simpático dibujarme carita de gata porque me encantan los gatos y se me relaciona mucho con ellos. Y no quería hacer un dibujo soso porque es obvio que no tengo dotes para el retrato, de modo que qué menos que tratar de hacer algo medio mono. Lo interesante del asunto es que a medida que iba dibujando iba descubriendo o redescubriendo rasgos de mi personalidad y corrigiendo algunos sobre la marcha. En principio iba a ser solo una carita, pero el cuello y los hombros salieron solos (las caras flotantes son raras), de modo que simplemente continué hacia abajo venciendo varios impulsos de parar. Puse demasiada carne en el asador con la sensualidad de ese escote, pero me gustan las tetas, qué queréis que os diga... Quise dibujarme en una actitud dinámica, con el brazo en alto, saludando. Al llegar a las manos quise detenerme porque, bueno, ¡se me dan fatal, claro! No tengo ni la menor idea de dibujar. ¿Proporciones? ¿Sombreados? ¿Qué son esas cosas? Pero pensé: "acábalo, si no te pones manos no podrás hacer nada". Y luego seguí hacia abajo y ante mi falta de habilidad no me iba a hacer piernas ni pies, pero de nuevo una vocecita interior me dijo: "si no los dibujas y lo acabas nunca podrás ir a ningún sitio". Así que lo acabé. Con una piernita doblada y en alto, que se vea que puedo moverme. Que lo vea yo...

El dibujo es, obviamente, un asquete y, aun así, al mirar de nuevo los autorretratos que se habían hecho aquellas chicas que yo imaginaba tan habilidosas, tan talentosas, tan "crafty", tan todo... Me he dado cuenta de que era objetivamente mejor que todos excepto uno (o eso me ha parecido). Por el nivel de detalle, la originalidad, el "bonitismo" (palabro que empiezo a odiar profundamente), la gracia e, incluso, sí, la técnica. ¡Sorpresa! ¿Por qué nos juzgamos a veces tan duramente sin darnos cuenta de lo que hacen los demás? ¿Y por qué compararse, que esa es otra? Si todo es tan fácil como darnos cuenta de que tenemos manos para hacer lo que nos propongamos y piernas para ir adonde sea que queramos estar (los que tengamos, los que no, pues tienen sus sillas, sus prótesis y una voluntad y unas ganas de vivir de adamantium).

Ha sido una especie de reto-divertimento absurdo. Pero me  ha enseñado o recordado cosas importantes acerca de mí misma. Que soy un poco infantil, también. Pero no pienso avergonzarme. De pequeña era una viejita y no hacía cosas como saltar a la comba o a la goma por no ofrecer esas situaciones una imagen suficientemente digna y diestra de mí. De modo que creo que ahora me permitiré ser un poco infantil cuando me apetezca. Mientras toda mi puerilidad se reduzca a unos dibujitos...

Esa mujer-gata con manos y piernas se va a poner a trabajar, a crear y a caminar paso a paso, y va a sacar adelante proyectos la mar de interesantes este año. Ah, y se va a permitir a sí misma publicar más en este (y otros) blog(s). No va a juzgar de antemano que nada de lo que piense o le apetezca contar pueda no tener el más mínimo interés para nadie.

Os animo a que os dibujéis un autorretrato en un minutillo. Ya veréis como os hace pensar, o veros de otro modo, y quizá hasta recuperéis por un instante ese placer de la infancia por el garabato. Si lo hacéis, estaría encantada de que compartiérais conmigo alguna de vuestra sensaciones o conclusiones.

Y cuidad el modo en que os referís y os habláis a vosotros mismos. La Magia existe, y se parece asombrosamente (no tan asombrosamente, en realidad) a la programación neurolingüística. Es probable que si os referís con términos negativos a vosotros mismos, os estéis echando, en cierto modo,  males de ojo continuamente. Pero de estos temas os hablaré en otra ocasión ;)

Hoy simplemente termino con una invitación a replantearos aquello que pensáis que son vuestras debilidades, no sea que os estéis perdiendo en realidad una gran fortaleza que os pueda dar empuje y os haga especiales si sabéis verla del modo correcto. Es el lenguaje el que crea la realidad. Si creéis que sois dispersos y así lo manifestáis, así será. Si, en cambio, os veis a vosotros mismos como una persona con múltiples intereses... Bueno, eso os convierte en personas activas, dinámicas, e interesantes, ¿no creéis?

Gracias por leerme.